Dibujaba animales por hobby y ahora expone en Europa: la inspiradora historia de Carla Escobar

Cuando era niña, a Carla Escobar le gustaba dibujar, y soñaba con dedicarse a eso de grande. Sin embargo, al llegar a la universidad, decidió especializarse en otra cosa, ya que pensó que con el arte no tendría éxito.
Pero un suceso desgraciado la hizo retomar su anhelo de ser dibujante, por lo que comenzó a subir sus retratos a las redes sociales.
Sin esperarlo, tuvo una repercusión impresionante, y ahora, con tan solo 28 años, expondrá en París y Florencia. En conversación con Clarín, reveló los detalles de su historia.
Un grave enfermedad, la chispa que encendió la mecha
Carla Agustina Escobar nació en San Miguel de Tucumán, allá por agosto de 1997. Sin embargo, a sus 14 años y por un tema familiar, se tuvo que mudar a Capital Federal, donde vivió por cuatro años.
Cuando ya era mayor de edad, asimismo, se instaló en La Plata, donde terminó el secundario y, en 2016, se inscribió en la universidad para estudiar Ingeniería Industrial.

A la par de todo este recorrido, Carla, en sus tiempos libres y por hobby, hacía dibujos. “Dibujar me gustaba desde chiquita, pero no estudié nada relacionado con eso pues pensaba que no tendría salida laboral”, le contó a Clarín.
Dedicada entonces al estudio de ingeniería, asistía a cursar a la facultad, y sus materias preferidas eran aquellas en las que se enseñaban consejos para llevar adelante un negocio.
Con la llegada del Covid y la cuarentena, la tucumana profundizó aún más su dedicación a los libros, al punto de que pasaba los días encerrada en su departamento, donde solamente leía y se dejaba poco tiempo para distracciones.
Pero le sucedería algo que sería un llamado de atención para cambiar el rumbo de su vida. Tras sentir un dolor intenso en su muñeca, se dirigió al médico, sin imaginar el diagnóstico que le esperaba: tenía un tumor.
Por suerte, gracias a una operación, a Carla le extirparon el bulto rápidamente. No obstante, los médicos le rogaron que no estudiara todo el día y que hiciera actividades que la despejaran, pues la enfermedad podría haber estado vinculada, en parte, a su nivel de estrés.
La joven hizo caso y empezó a reservarse más tiempo para dibujar, que aún era su gran pasión. Justo unos meses antes, había creado un perfil de Instagram, llamado “carlidibujos”, para compartir sus obras.
Durante 2020, entonces, hizo dibujos de temáticas variadas y compartió fotos de ellos en su cuenta. “Hacía de todo, pero principalmente de personajes famosos y bandas de música que a mí me gustaban”, detalló.
Gracias a esto, sus creaciones empezaron a tener popularidad, hasta que finalmente llegó el primer encargo. “Me escribió una chica de Gonnet para que le hiciera un dibujo de su gata, que se había muerto”, especificó.
Carla confesó que tenía dudas sobre aceptar el pedido, porque suponía que a la clienta podría no gustarle el resultado, y además no tenía las herramientas adecuadas, ya que todavía utilizaba hojas y lápices comunes.
Sin embargo, luego de mucho pensarlo, se animó y encaró el desafío. Terminado el retrato, la solicitante quedó encantado con él, lo que le dio muchas satisfacción a la artista, quien todavía dibujaba por pasión y apenas le cobró $500 (unos 7 dólares en aquel momento).
Dos Nicolás, claves en su trayectoria
A pesar de su primera venta, la dibujante aún no pensaba en hacer de su producción un negocio, sino que seguía con la actividad como hobby. Pero un día, como solía hacer retratos relacionados con personas que admiraba, dibujó el perro del conocido youtuber Nicolás Fischman, sin saber que esto sería clave para impulsar su carrera.

Carla subió una foto de la obra a las redes y etiquetó a Nicolás, aunque no esperaba que este la mirara. Sin embargo, el influencer no solo la vio, sino que le gustó tanto que le pidió si podía pasarla a buscar y quedársela, ya que él también vive en La Plata. Fue cuando esto se concretó que el youtuber le dio un consejo que la marcaría para siempre.
“Me dijo que me dedicara a lo que me gusta, que me veía futuro. Él también había estudiado ingeniería y había dejado, por los que sus palabras me dieron el empujón final para lanzarme a hacer lo que me apasiona”, recordó Carla.
Además del apoyo moral, Nicolás Fischman mostró el dibujo de Carla en su canal de YouTube, donde tiene decena de miles de seguidores. Por esto, la artista comenzó a recibir muchos pedidos, y entonces decidió que, si iba aceptarlos todos, tendría que cobrarlos.
Para ello, mejoró la envoltura y la presentación de sus obras, y empezó a aplicar sus conocimientos académicos para hacer costos y proyecciones. Al cabo de un tiempo, pudo cumplir a todos los clientes con los que se había comprometido. Envió por correo el último dibujo de su lista y se sacó una foto fuera de la sucursal. Pensaba que ya no vendería más retratos.

No obstante, la suerte ya estaba echada. Pasaron pocos días hasta que le volvieron a pedir varios dibujos, por lo que finalmente se convenció de dedicarse plenamente a la actividad.
Para perfeccionarse, por un lado, adquirió materiales de mayor calidad. Por otro, en julio de 2021, realizó un curso, ya que nunca había asistido a clases de dibujo. “Hice un curso dictado por el artista Maximiliano Bagnasco. Gracias a eso mejore la técnica, pero la forma y el cómo dibujar es innato”, dijo a Clarín.
Tras ello, organizó su oferta de retratos en small, standard y king (pequeños, medianos y grandes), según tamaño, y decidió que utilizaría lápices Polychromos (de alta calidad) y tizas pastel. Un mes después, incorporó los marcos de madera, que pinta con sus propias manos.
“Me fui dando cuenta de que todo esto me apasionaba demasiado y que no podía dejar pasar la oportunidad. Valía más que ganar mucho dinero como ingeniera”, resumió Carla al recordar sus inicios.

Lanzada con todo al ruedo, su emprendimiento creció de manera asombrosa. Por lo tanto, tuvo que limitarse a dibujar solamente animales, principalmente perros y gatos.
Los clientes le mandan la foto de su mascota y Carla la retrata casi idénticamente. Para compenetrarse más con el dibujo, la artista les pide que le cuenten la historia del animal en cuestión, y así logra entablar un vínculo que excede lo comercial.
“Me conmuevo y lloro cuando me piden que dibuje a animalitos muertos”, afirmó en la charla, mientras recordaba que hace mucho que no dibuja a Roma, su propia gata.
En 2022, otro youtuber, también llamado Nicolás, le dio el impulso final. Es que Carla era fanática de Nicolás de Tracy, por lo que le hizo un dibujo de su perro y se lo regaló cuando fue a ver uno de sus shows.

El humorista quedó fascinado con el retrato y recomendó a Carla en su canal de YouTube, lo que significó una nueva oleada de pedidos para ella.
De La Plata a Europa, sin escalas
Ya reconocida, en 2023, Carla Escobar continuó con sus dibujos, a la par que hacía sus últimas materias de la facultad.
Por su creciente visibilidad, en agosto de ese año, recibió la convocatoria del artista digital Pablo Seguí, para ser parte de una comunidad de artistas y para exponer su obra en el Archivo Histórico del Museo de La Plata.
En lo que fue su primera exhibición en público, Carla mostró un retrato gigante de un perro, que había realizado en homenaje al de su abuela. Lo que no imaginaba es que el evento seria el primero de muchos, hasta llegar a los lugares más importantes del arte europeo.

Al año siguiente, sus dibujos pisaron por primera vez el viejo continente, cuando fueron parte de un proyecto por el que una persona mostró las obras de 100 artistas argentinos en distintas ciudades europeas.
Pero la tucumana soñaba con presentar en primera persona su arte al mundo. En principio, pensaba hacerlo por cuenta propia, pero, mientras se organizaba y de casualidad, vio una propaganda de una institución que gestiona viajes para artistas, por lo que decidió contactarse con ellos.
En contra de lo que esperaba, su obra impresionó a la organización, que no solo le propuso exponer en importantes museos de Europa, sin ningún tipo de costo para ella.
Así entonces, Carla cumplirá su sueño en octubre de este año, a sus 28 años de edad. Primero estará en Florencia, Italia, para luego trasladarse a la icónica París, donde mostrará sus dibujos en el centro comercial El Carrusel del Louvre y en la Plaza de los Vosgos, como parte de un proyecto en el que participan 300 artistas de todo el mundo.
La tucumana adelantó a Clarín cuáles son los dibujos que expondrá allí: “Iré con una serie que se llama ‘animales nocturnos del bosque’: una lechuza y un lobo, hechos con una técnica mixta de papel tiza y detalles en policromo”.

En estos días, Carla, a quien ahora solo le falta una materia para recibirse de ingeniera, sigue haciendo dibujos por encargo, que le llevan aproximadamente 6 horas por día cada uno.
Aunque ya no le es indispensable publicitarse, aún sube algunas de sus obras a Instagram, donde tiene más de 13 mil seguidores, y los usuarios se sorprenden por el parecido entre sus retratos y los animales reales.
Antes de finalizar la conversación, repasó su historia y quiso dejar un mensaje. “Deseo que lo mío sea una motivación para que las personas que ven lejos un acontecimiento no bajen los brazos, porque todo llega”, concluyó.
Fuente: www.clarin.com